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Mostrando entradas de junio, 2022

Poema “Besos”, accésit XXXII Certamen Calamonte Joven

Absoluta sorpresa cuando veo el fallo del XXXII Certamen Nacional Calamonte Joven  y al poema "Besos" le han otorgado el accésit en este certamen, que ya va por su trigésimo segunda edición, que premia muchas modalidades artísticas distintas y es realmente un acicate para que, especialmente la gente joven, sigamos creando y construyendo con empeño. Sorpresa, agradecimiento y satisfacción a partes iguales.  Os dejo este poema sobre la diversidad de los besos, desde los más infames y dolorosos a los más maravillos. Lo empecé en 2015 y le guardo mucho cariño, también por haberle intentado dar unos cuantos acordes con la guitarra.   BESOS Están los del principio, cuando no se miden las consecuencias o se calculan mal. Están los juguetones, los de encima de la lavadora, contra el fogón de la cocina o frente a la playa de un lago desértico. Están los tenues, los sucios, los que pesan en el alma como cae el rocío en las mañanas húmedas, y los impúdicos en retretes de ant

“Cuando ya no esté aquí”: el 1r. poema de «Habitantes de un paraíso minúsculo»

«Habitantes de un paraíso minúsculo» es un poemario fundamentalmente de amor y desamor, que busca explorar los varios estados dolorosos de la experiencia amorosa: la expectativa no satisfecha, las ausencias de una misma y del amado, la incertidumbre, la certidumbre que genera la introspección íntima, la rendición y, como respuesta a la derrota, la persistencia de querer continuar en el mismo camino.  Sin embargo, el trayecto que plantea hacia el paraíso minúsculo parte a la fuerza de lo más físico, se origina en lo más terrestre. El libro no podía empezar sino con un poema de anticipación y de cierta  disolución del yo que habrá de encontrarse con un tú para construir un nosotros. Un poema que va de cualquier cosa menos de amor, aunque el amor, en su más amplio sentido, lo imbuya todo.  Aquí os dejo con el primer poema del libro: Cuando ya no esté aquí Se murió diez centímetros tan solo: una pequeña muerte que afectaba a tres muelas careadas y a una uña del pie llamado izquierdo… Ángel

"Pasen y vean, damas y carniceros". El inicio de «El Circo del Ojo» de Jesús María de Val

«El Circo del Ojo», la novela de Jesús María de Val, recién publicada y premiada, empieza dándonos la bienvenida en un circo en el que ocurre lo impensable, un circo gobernado por un ojo al que nunca se lo ve, ya que "es ojo porque ve y no porque se lo vea", que aplica justicia a un entramado de personajes que representan las maldades y vicios del ser humano, el egoísmo, egocentrismo, el excesivo orgullo intelectual, la soberbia, la manipulación. El maestro de ceremonias nos conduce por un circo donde cada cual tiene su billete (curioso es que a veces se los cambian, queriendo modificar así su destino) y donde cada cual vivirá una experiencia acorde con su condición. Alguno se salva, claro. Lo impresionante será que la novela condena además a aquellos tan bien asentados y aceptados en nuestras sociedad, aquellas actitudes racionalistas -los hombres de pensamiento-, en un debate que pone en tela de juicio el racionalismo cartesiano en favor de ir más allá y de otros modos de c


LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.