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Mostrando entradas de abril, 2023

Poemas en voz propia en la Fonoteca

No deja de ser increíble la enorme labor que realiza la Fonoteca de Poesía. Es tan grande su colección que esta semana aparecen tres de mis poemas en voz propia, los tres de Habitantes de un paraíso minúsculo .  CUANDO YA NO ESTÉ AQUÍ   Se murió diez centímetros tan solo: una pequeña muerte que afectaba a tres muelas careadas y a una uña del pie llamado izquierdo… Ángel González   Mis uñas seguirán creciendo, cuando no esté aquí y siga estando de alguna manera, dejaré de morderme las uñas, mi sangre seguirá corriendo disecada, las plaquetas funcionando, mis pulmones quejumbrarán todo lo que no respiro, y de nadas bombeará el corazón con soplo incontingente estos latidos extraños, mis articulaciones engranarán las poleas graznidas zurrirán inflamados los tendones de la espalda intermedia, crepitarán mis manos pequeñas intentando asir el tiempo tan naranja, hecho de alambres de paraguas rotos los días que no llueva.   Cuando ya no

Desarraigos: Canto al barrio, Primum vivere deinde scrībere y Atrévete: Tres poemas en la revista Hoja Negra

Tres de mis poemas viajan a Bogotá para salir publicados en  Hoja Negra , revista literaria de poesía contemporánea.   Desarraigos: canto al barrio Para mi hermano mediano Miguel, el que está en medio y también el Siddharta que busca Posee el cemento un silencio que no sé explicarte. Un día soñé con el arraigo en este barrio, fue antes de que las avenidas se llenasen de cementos uniformes y árboles mustios en los rincones. Hoy las aceras son medianamente más anchas, pero el espacio que habito no cabe en ellas, no sé si es que no absorbo bien las grasas o es el desarraigo un parásito benigno alojado en los estómagos con el que compartimos los procesos de la digestión más pesada, la de la vida. Quizá el arraigo sea esta falta de realidad en mis calles no calles, este lugar hecho de vahos antiguos en la retaguardia de lo nuevo, quizá pertenencia sea asumir este rehacerse de las baldosas en alzamiento por el viento, turbulencia de unas alas claustrofóbicas sin espac


LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.