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Mostrando entradas de abril, 2019

Las 4 esquinas poéticas (Sant Jordi)

Recorrer poesía y compartir.

Aquelarre poético: prosa y verso en primavera

Si algo me gusta de Barcelona, es que tiene eventos de todos los colores y para todos los públicos. El pasado sábado tuve la suerte de asistir y estar en cartel en la edición de primavera del Aquelarre poético , uno de los recitales o espectáculos de poesía colectivos con mejor atmósfera en Barcelona y que funciona por taquilla inversa (es decir, se paga después del espectáculo la cantidad que cada persona considera). Se celebra en la Associació ESPAI POE - Tic y había visto sus carteles muchas veces, pero no fue hasta que por casualidad estando ahí, me quedé en uno de estos aquelarres que descubrí  la magia de esta junta medionocturna de poetas , de escritores que tienen pluma, la ostenten o la tengan invisible.  Tuve esa tarde-noche la fortuna de compartir poesía y espacio con poetas y personas excelentes. María Valles, recitadora que me era desconocida hasta esa tarde para mí, nos asombró con un recitado y con poemas de los que una se pregunta cómo no pude haberla visto antes. Jo


LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.