Ir al contenido principal

Yo y conmigo

Yo y conmigo

Me llamo Remei Manzanero y tengo la necesidad de contarlo (casi) todo. Escribo porque escribo y, fuera de lo tautológico que esto pueda sonar, la poesía es mi manera  de metabolizar la realidad: captarla, absorberla y volcar con las palabras lo que queda de ello. 

Escribo para ser yo y para dejar de serlo, porque la poesía es el espacio íntimo de la consciencia (y de la inconsciencia). No conozco otra manera de vivir plenamente o con intensidad. 

La escritura es parte de mi proyecto espiritual y este blog, llamado Re-interpretaciones por la primera sílaba de mi nombre y por lo que tiene de persistente y transformador el prefijo -re, es parte de mi mesa de pruebas y un pequeño altavoz al mundo. 

Conmigo y yo

Nací en Barcelona en el 90, soy filóloga hispánica y no te aburriré con una biografía de hechos porque su importancia es relativa (visita para ello mi CV literario). Como poeta, he publicado tres poemarios y he autoeditado dos cuadernos de poesía. Algunas de mis piezas han ido apareciendo en revistas y en antologías, casi siempre con fines solidarios, y voy participando en recitales y proyectos (visita para ello las subpáginas pequeñas huellas y eventos y sucesos poéticos).  

La verdad que no vemos

Mi primer poemario salió publicado a finales del 2020, con la sorpresa, alegría e infinito agradecimiento de ser galardonado con el XVI Premio Águila de Poesía, de Aguilar de Campoo (Palencia). 

Reúne 22 poemas poblados por puentes,  precipicios y caídas, por el desconcierto ante una realidad arbitraria y una falta de dirección que nos conduce a estrellarnos de vuelta hacia el lugar de partida. Sin embargo, más allá de todo y en cada una de las cosas está la verdad que no vemos, que media en el espacio entre tú y yo. Ahí la sitúo, en ese punto de encuentro en el que podemos construirla. 

El libro, pequeño y compacto (como yo) por un ejercicio de poda, tiene también cierta dosis de humor, aunque algo agrio, eso sí. 


Habitantes de un paraíso minúsculo

Mi segundo poemario publicado, premiado en el II Certamen literario de La Equilibrista,  salió al mundo en 2022.   

Es un poemario acerca de la fragilidad de los amantes, sobre la incursión en un deseo que, más allá de aquello que anhelamos, nos conduce al paraíso, siempre minúsculo. Sus cuarenta poemas oscilan entre la necesidad íntima del encuentro con el otro y la de mantener la esencia individual de quienes somos

Vertebrado a partir de una historia de amor que transita desde la ausencia hasta el encuentro, el libro invita a sumergirnos en los distintos matices de la vivencia amorosa ─los múltiples dolores de la ausencia, el valor de la incertidumbre, la derrota temporal, la persistencia, las certezas íntimas, el coraje de aventurarse─, rasgando las fronteras entre sus tres componentes: tú, yo y nosotros. Se desprende, finalmente, la convicción de que para amar bien, hay que ser valiente. 


Desrealizaciones y certidumbres

Esta colección de poemas trata sobre la sensación de extrañeza por la realidad que nos circunda, a veces incluso por nosotros mismos, y a su vez sobre las certidumbres que nos aportan las pequeñas cosas que permanecen y le dan valor a la realidad resignificándola. 

Desrealizaciones y certidumbres fue escrito en varios lugares y tiempos, pero no fue hasta el 2022 que encontró su cauce de publicación en la antología del II Certamen Literario Agustín Sánchez Rodrigo-Villa de Serradilla (Herratas Ediciones y Ayto. de Serradilla, Cáceres), en el que recibió el 2.º premio. 





Cuadernos de poesía

Antes, autoedité dos cuadernos de poesía: La confesión de la carne: Desdenes del vacío, publicado online en abierto y gratuitamente, y El mundo de las almohadas, online y también cosido a mano con hilos a coste de 0,0015€/palabra. Aún antes, en 2011, autoedité el fotopoemario experimental Puzzle berliniano, desaparecido por el mundo.

La confesión de la carne: desdenes del vacío
(lectura online gratuita)
El mundo de las almohadas


Mantengo en una alacena un poemario y medio inédito, al que no cambiaría un solo verso, y de vez en cuando lo envío a certámenes poéticos y queda a veces finalista, y guardo mis escritos viejos tanto en una caja vieja de madera como en un interminable documento titulado "Transferencias", guardado en la nube para que vaya conmigo adonde voy. 

Yo sigo escribiendo, porque no sé no hacerlo y no he encontrado mejor casa que esta.
  

Yoes aparte

Amante de la escritura más allá de los confines de la literatura, cuando no transfiero en poesía lo que (me, nos) sucede, trabajo como profesora de lengua, mientras me voy doctorando paso a paso. En el tiempo libre que me queda, camino y tengo conversaciones. 

Escribo todo cuanto puedo y, cuando le rasco a la vida algo de tiempo, me aparezco en encuentros de poesía en Barcelona. Allí me quejo de que cuando hay tormenta me duele una rodilla y comparto palabras, versos y trozos de mí que en esta página-blog puedes encontrar. Últimamente he dejado de quejarme porque, a fin de cuentas, no tengo muchas más certidumbres que la poesía y ya tengo a esta, entre muchísimas otras cosas, para eso.

© Foto: Dani Alvarez Fotografía








LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.