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Mostrando entradas de noviembre, 2020

Los ojos del espejo (o por qué me marcharé de Sudáfrica)

Quiero explicar hoy por qué decidí que al final empacaría mis cosas y dejaré Sudáfrica, cuando hace relativamente tan poco puse toda mi energía y emociones en contenerlo todo en una maleta y plantarme en una nueva vivencia. Leí hace poco un post en World of Wanderlust titulado " Why I’m leaving Africa ". Llegué de casualidad a este tipo de blog, que no leo en absoluto, reconozco que a través de google discover. El título me llamó la atención y descubrí al leerlo que no serán pocos los que se mudaron a nuevas vidas a inicios de 2020 (en el caso de la bloguera del post finales del 2019 y también a Sudáfrica) y que después de ni siquiera un año decidimos regresar a allí de donde vinimos. Parece evidente por qué decidí marcharme a Johannesburgo, aunque a algunos pudo sorprender, cuando las cosas me iban bien en Barcelona y todo empezaba a encarrilarse después de un maravilloso año viviendo todo por segunda vez, año que fue el posterior a uno de bajada a los infiernos que curi


LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.