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Mostrando entradas de septiembre, 2020

Notas sobre "Born a crime", de Trevor Noah. Cultura(s) sudafricana(s), (des)igualdad de oportunidad y otros mundos

Cuando pones los pies en otro país y en otro continente por primera vez, empiezas todo un proceso de inmersión en su(s) cultura(s) único e irrepetible . Llegas en un momento determinado y en un contexto específico. De hecho, este proceso lo empiezas algo antes cuando empiezas a buscar cuáles son las referencias culturales y las lenguas del lugar, con el fin de acercarte a ese nuevo mundo y empezar a comprenderlo de algún modo, aunque lo hagas a distancia y si tienes la suerte de no haber generado expectativas debilitantes de tu experiencia futura, lo cual es difícil en el mundo globalizado en el que vivimos, donde todos sabemos de todo y nadie tiene idea de nada. Luego toma todo forma cuando aterrizas y pones los pies y todo tu cuerpo en la nueva tierra y pasas a formar parte del conglomerado.  Una de las primeras obras a las que llegué primero, sin haber pisado aún el "finger" hacia el avión para Johannesburgo , fue Born a Crime: Stories from a South African Childhood  ('


LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.