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Mostrando entradas de julio, 2022

“La resignación del aire (metamorfosis)”, microrrelato finalista en III Premio de microrrelatos IASA Ascensores

  Se acaba de publicar la antología «Libertad de movimiento»  con los 30 microrrelatos finalistas en el III Premio de Microrrelatos de IASA Ascensores . De todas las sorpresas que me he llevado en el mundo de los certámenes literarios, esta fue probablemente la más grande, cuando vi que mi microrrelato, al que titulé "La resignación del aire (metamorfosis)" quedaba entre los 30 finalistas entre más de 6500 propuestas presentadas. El lema del concurso era "libertad de movimiento", de modo que en los 500 caracteres del microrrelato (sin contar espacios) había que incluir este sintagma.  El premio se lo llevó Ginés Cutillas con "El pacto", que no reproduciré aquí porque no sé con certeza si puedo hacerlo  que, con su permiso, reproduzco al final de este post, y de quien dicen que bromeaba «Son seis euros por letra, que he hecho la cuenta». Más allá de la broma pecunaria, es siempre retador y un esfuerzo valeroso participar en certámenes que llevan como prompt


LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.