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Mostrando entradas de diciembre, 2018

El mundo de las almohadas (cuaderno de poesía)

Un año que casi acaba. Este ha sido mi año de "otra vez", hacer de nuevo y aprender lo que ya hice y lo que aprendí y nunca se hacen las cosas por segunda vez como se hicieron la vez primera. La segunda siempre es mejor. Para acabar de completar mis objetivos, planes y sueños de este año 2018 que se termina, ya tan cerca de fin de año, he decidido que, cuando me pidan un poema mío, si me lo piden, dejaré de buscar en los bolsillos papeles arrugados y dejaré de sacar pedazos y borradores. Y así he decidido compartir mi compilación de poemas en un  cuaderno de poesía  otra vez, esta vez con 12 poemas, en papeles bien imprimidos, doblados y cosidos con mis manos uno a uno . Es un cuaderno que puede leerse de al menos dos maneras: la primera es siguiendo el orden normal y corriente y basta con ir de un poema al siguiente. La segunda, más recomendable, es siguiendo el ciclo del agua. La tercera, abrir por donde uno quiera, echar un vistazo por aquí y cerrarlo por allá. Así que, aq

Pasar pisando fuerte (recorte)



LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.