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Mostrando entradas de abril, 2014

Especial Sant Jordi: Juan José Millás (1995): Tonto, muerto, bastardo e invisible.

Juan José Millás (1995): Tonto, muerto, bastardo e invisible . Editorial Alfaguara. ISBN: 84-204-8170-X. Mucha gente compra más libros de los que lee. Hoy, que es  Sant Jordi , las calles con estands de libros están abarrotadas de la gente que lee y también de la gente que no. El nombre del  escritor Juan José Millás  (Valencia, 1945) siempre ha estado en mi nube del pensamiento, siempre ha aparecido de vez en cuando como uno de los autores que tenía que leer, pero hasta que no me crucé con un libro suyo,  Tonto, muerto, bastardo e invisible  en Los Encantes de Barcelona no me lo compré ni me lo leí. La mayoría de pequeñas reseñas y contraportadas de libro que he visto sobre  Tonto, muerto, bastardo e invisible  describen el conflicto narrativo de la novela como el de un  ejecutivo con un alto cargo que se queda en paro , precisamente porque ha colaborado en diseñar un perfil que luego no puede satisfacer. No obstante, esto es solo el principio, porque  la novela versa sobre el proceso


LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.