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Poemas traducidos al francés por Miguel Ángel Real en La Piraña de México

Anécdota previa sobre mi primera incursión en la traducción

El ejercicio de la traducción siempre me ha fascinado, a la vez que dado cierto miedo. Por si fuera poco, la primera vez que traduje un poema recibí una descomunal bronca delante de mis compañeros de clase: el poema era, ni más ni menos, que de un clásico español. Que cómo se me había ocurrido traducirlo y que si no encontraba otro poema y que por qué no había pedido poemas a mis compañeros y otras varias cosas relacionadas con el intrusismo profesional y la generosidad humana. Los versos que me había dignado a traducir de niña porque me habían pedido como tarea elegir un poema sobre la primavera, memorizarlo, llevarlo a clase y recitarlo eran de un señor de Soria del que yo tenía las poesías completas en casa. Internet todavía no existía o estaba haciendo sus primeras apariciones y no confiaba demasiado en que mis compañeros tuvieran miles de poemas sobre la primavera. Cuando terminé de recitar el poema y me preguntaron de quién era yo dije "de Antonio Machado" y ahí se armó una buena. Más de veinte años después, creo que la traducción no estaba tan mal como pensaba la maestra -a quien me disculpo de antemano ahora porque no era una mala maestra como yo la he hecho quizás parecer-  ni haber osado traducir un poema de Machado desde la mentalidad de una niña que se inicia en la poesía me parece un acto tan grave. Hoy que soy profesora he tenido alumnos haciendo peores travesuras. Sin embargo, la experiencia debió de calar lo suficientemente hondo como para que los traductores de poesía me parezcan hoy seres únicos y magníficos en el universo de las letras y yo haya escrito un párrafo tan largo como este para introducir este post. Por cierto, que aunque más adelante llegué a traducir documentos y solo con fines benéficos o en ONGs, nunca más traduje un poema que no fuera mío (solo "La verdad que no vemos" al inglés) ni nada que formase parte de la literatura o se relacionara con ella.


Cuatro poemas traducidos al francés por Miguel Ángel Real en La Piraña

A propósito de esta anécdota, entonces, hace poco se publicaron cuatro de mis poemas inéditos traducidos al francés en la revista La Piraña. La traducción corre a cargo de Miguel Ángel Real, a quien agradezco la labor y a quien me disculpo por compartir la anécdota anterior antes que su nombre. Lo cierto es que ahora que los leo dentro de mi cabeza en mi francés (macarrónico y venido a menos, pero francés, al fin y al cabo), me suenan mejor en la lengua de los galos que en la propia. Eterno agradecimiento por brindar la oportunidad a cuatro de mis poemas de poder ser leídos en francés.  

Miguel Ángel Real no solo es traductor de la poesía española contemporánea al francés, es también poeta. Podéis explorar sus versos, cosa que yo he hecho toda esta tarde, en su blog, Eterno Temporal

Sin más dilación, accede a los poemas clicando en la imagen de arriba o léelos a continuación: 


RUIDOS DE CUCHILLO

Más abajo de la colina,
se mece el vientre en ruidos de cuchillo.
Hoy te reclamo el relamido,
la disciplina del desenfreno,
que reviertas mis escarchas
rompas la consistencia,
desgastar el borde del precipicio
por el que vas a lanzarme.
Y en el último segundo exclamaré:
― Tú te lanzas conmigo.
 
 
BRUITS DE COUTEAU

Plus bas sous la colline,
le ventre se balance dans des bruits de couteau.
 
Aujourd'hui je réclame que tu me lèches,
la discipline de la débauche,
que tu renverses mon givre
que tu brises la consistance,
que tu érodes le bord du précipice
où tu vas me jeter.
 
Et à la dernière seconde je m'exclamerai :
-Tu te jettes avec moi.
 

 
REDUCCIÓN A LA HERIDA

Reducidos a un lenguaje común,
los conceptos esparcidos y los sentimientos recompuestos,
extenuados,
la ventana húmeda en la que apoyar la frente
y no saber descansar,
descubrir nuevamente el cielo,
extasiados,
las miradas a destiempo
y no distinguirnos desde el fondo de lo exiguo,
nunca nos veremos del todo.
Volveremos allí,
exánimes,
donde no me sabré explicar:
— Estoy herida existencialmente.
Y tú:
— Nunca aprenderemos del todo.

 
REDUCTION À LA BLESSURE

Réduits à un langage commun,
les concepts épars et les sentiments recomposés,
exténués,
la fenêtre humide sur laquelle appuyer son front
et ne pas savoir se reposer,
 
découvrir à nouveau le ciel,
enthousiasmés,
les regards à contretemps
et ne pas nous apercevoir du fond de l’exiguïté,
jamais nous ne nous verrons complètement.
 
Nous y retournerons,
harassés,
là où je ne saurai m'expliquer :
— Je suis existentiellement blessée,
Et toi :
— Jamais on n'apprendra complètement.
 
 
 
 
FRACCIONES DE EXISTENCIA

Esto que hacemos
no es existir del todo.
                      Lo admito.
Lo único es dejarse las pestañas poco a poco
remover caderas ajenas al viento,
refrotarse contra la nada de los cuerpos,
pretender que empezamos a existirnos el uno al otro,
entregarse justamente egoístas
y sin conocer
los
                 pa
                            sos,
frac
                  cio
                              nes de existencia,
echarnos a bailar
sucio
                           y torpe.
 
 
FRACTIONS D'EXISTENCE

Ce que nous faisons
n'est pas tout à fait exister.
                   Je l'admets.                      
La seule chose c'est de se tuer à la tâche petit à petit
remuer des hanches étrangères au vent,
se frotter encore et encore contre le néant des corps,
prétendre que nous commençons à nous exister l'un l'autre,
se livrer justement égoïstes
et sans connaître
les
                          pas,                     
frac
                                      tio                      
                            ns d'existence,
nous livrer à une danse
sale
                          et maladroite.         
 
 
 
 
MI CASA

Mi casa es el recuerdo del pecho de mi amante:
una casa posbarroca
que juega con el espacio difuso
entre el exterior y el interior.
Mi casa es un patio Mies van der Rohe:
nunca sabes cuando estás dentro
ni cuando estás fuera.
Y, sin embargo, la húmeda hierba negra
que se extiende a lo largo del llano extenso
conduce siempre al deseo caliginoso de la pertenencia,
como si al voltear la cabeza noventa grados
y al apoyarla en las raíces de aquel césped
en un único gesto
pudieras sentir lo más hondo de la tierra.
Y puedes.
También de la tierra parece brotar un corazón de armazón de cielo
y empaparse el cráneo de escalofríos.
 
 
 
MA MAISON

Ma maison est le souvenir de la poitrine de mon amant :une maison post-baroque
qui joue avec l'espace diffus
entre l'extérieur et l'intérieur.
 
Ma maison est une cour Mies van der Rohe :
tu ne sais jamais quand tu es dedans
et quand tu es dehors.
 
Et cependant, l'humide herbe noire
qui s'étend le long de la vaste plaine
conduit toujours au désir brumeux de l'appartenance,
comme si en tournant la tête quatre-vingt dix degrés
et en la faisant reposer sur les racines de ce gazon
dans un geste unique
tu pouvais sentir le plus profond de la terre.
 
Et tu peux.
 
De la terre semble pousser aussi un cœur d'armature de ciel
et le crâne en est trempé de frissons.
 



Comentarios



LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.