Los cuandos de María Zambrano

Cuando María Zambrano murió, a mí me quedaban 18 días para cumplir los 4 meses. Yo sé que hoy es el cuarto centenario más cuatro años de Cervantes y que estamos viviendo tiempos entre lo quijotesco y lo más parecido a las divertidas escenas de alguna
Novela Ejemplar. Pero también
se conmemora hoy el natalicio de María Zambrano. De este modo, dejando de lado al alcalaíno y trasladando la mente hacia el sur - no tan al sur del sur en el que ahora estoy, pero vaya, nuestro sur; tampoco demasiado sur, pues poco estuvo en España la filósofa -, vuelvo a Zambrano y
arranco esta tarde con una de sus citas más célebres:
"Amar es verse como otro ser nos ve".
Asi de sencillo y de complejo a la vez. Fronteriza entre la filosofía y la poesía, así hablaba de ella y su pensamiento Octavio Paz. Pero es una pensadora. Y no solo una pensadora, una de las mentes pensantes más brillantes de la España del siglo XX. Reconozco que siempre me ha sido difícil acercarme a la obra de Zambrano, cada vez que lo hago me pierdo más de lo que me encuentro o encuentro en ello. Tendrá que ver el hecho de que su obra es vastísima (también bastísima, diría yo) o que cuando leo sobre su pensamiento y actitudes poéticas siento que se me escapa un halo de verdad de mi propia mente.
De alguien que pensaba que "la cultura es el despertar del hombre", es lindo y paradójico recordar que recibió el Premio Cervantes, también el Príncipe de Asturias. Se ve que Zambrano rechazó presentarse a ser diputada en las Cortes y que se unió en cambio a las Misiones Pedagógicas de la Segunda República, un proyecto de transmisión y ampliación cultural, que se hizo a través de, entre otras instituciones, la Institución Libre de Enseñanza.
Larguísimo exilio el de su vida a causa de la dictadura franquista, exilio
dimensión de una patria desconocida, tras haber cruzado la frontera pirenaica y haber terminado exiliada en México, regresó 6 años antes de que mi ser llegara al mundo físico. Parece que el reconocimiento le llegó más tarde de cuando lo merecía, si bien llegó y hoy es uno de los pensamientos más valorados y por cuya transmisión y perpetuación más se trabaja. Forma parte, por cierto, de las Sinsombrero.
La razón poética de María Zambrano: abriendo caminos y trazando puentes
¿Cómo es esta razón de Zambrano? Lejos ya de la razón pura kantiana, aun con ciertas reminiscencias por el propio concepto, con el que está lejanamente emparentado; bastante más cerca de la razón vital de Ortega (aquel quehacer del yo con la vida, en relación con las cosas, con las circunstancias).
¿Cómo es exactamente esta razón de Zambrano? Parece ser una razón que indaga en los prolegómenos del interior humano. Razón conjugadora de lo racional y lo irracional, todo junto en un batiburrillo como también la vida junta o hace malabares con lo real y también con lo irreal, lo sagrado con lo profano Y este último sintagma me lleva a uno de sus títulos más aclamados: El hombre y lo divino. Y de ahí salto a abrir el libro de 400 páginas que hacía años que no abría y llego al:
"Y así, la filosofía se inicia del modo más antipoético por una pregunta. La poesía lo hará siempre por una respuesta a una pregunta no formulada."
Filosofía y poesía: el hallazo no está en la pregunta filosófica, sino en el encuentro poético
La filosofía pregunta; la poesía responde a lo no preguntado. Dos formas distintas de encarar y de atreverse a aprehender una realidad, realidad en la que Zambrano creía. Formas diferentes, pero necesariamente integrables. ¿Puede existir una sin la otra? Decía arriba de Zambrano que es fronteriza entre la poesía y la filosofía, aunque deberíamos decir que sí es fronteriza, pero por la cuestión inherente de conjugar ambas cosas: una no puede exisitr sin la otra, más bien, una no pudo nacer si no hubiera nacido la otra.
La poesía siente, la filosofía indaga en lo esencial inenarrable inefable hasta rascar en la idea de Dios. Leo párrafos como el siguiente y prácticamente me avergüenzo de andar ahora escribiendo en voz alta, pero las largas tardes de este confinamiento en Sudáfrica me permiten por fin releer a Zambrano:
"Y la poesía pura fue a establecer, desde el lado opuesto del romanticismo pero con más profundidad, con más derecho, diríamos, el que la poesía lo es todo. Todo, entendamos, en relación con la metafísica; todo en cuanto al conocimiento, todo en cuanto a la realización esencial del hombre. El poeta se basta con hacer poesía, para existir; es la forma más pura de realización de la esencia humana."
Sin embargo, cuando lo leo una segunda vez, y una tercera, cuarta y quinta, logro discernir algo. ¿Vence Zambrano con su idea de poesía al racionalismo moderno? Nunca ha sido sano sacar párrafos de contexto, aunque a veces propicie pensamientos más certeros. Me pregunto sobre el legado de Zambrano, con la humilde sobradía de hacerlo antes de haber leído lo que podría decir lo suficiente de su obra. Es momento de no escribir más y de seguir leyendo y pensando.
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