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“El mundo de las almohadas” (poema)

Con este poema se abre el cuaderno de poesía El mundo de las almohadas.


Yo quiero ir volando al mundo de las almohadas.

El mundo de las almohadas es un lugar
de 30 metros cuadrados
donde las cosas son blandas,
es un lugar donde las personas son níveas,
y los pájaros.

Y la comida es almohada,
y la mañana es almohada
y las fotografías son almohada
y todo es pluma de ave posada
en la piel flexible.

En el mundo de las almohadas,
el racionalismo mórbido espiralítico
abre paso al sereno dúctil y esponjoso mundo de las vísperas.

En este mundo de las almohadas
hay a veces dos almohadas
y las simientes de lo sólido se escurren con la mano.

Yo quiero ir sola al mundo de las almohadas,
pero quiero que tú vengas conmigo.




Comentarios



LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.