No deja de ser increíble la enorme labor que realiza la Fonoteca de Poesía. Es tan grande su colección que esta semana aparecen tres de mis poemas en voz propia, los tres de Habitantes de un paraíso minúsculo.
Se murió diez centímetros tan solo:
una pequeña muerte que afectaba
a tres muelas careadas y a una uña
del pie llamado izquierdo…
Ángel González
Mis uñas seguirán creciendo,
cuando no esté aquí
y siga estando de alguna manera,
dejaré de morderme las uñas,
mi sangre seguirá corriendo
disecada, las plaquetas
funcionando, mis pulmones quejumbrarán
todo lo que no respiro,
y de nadas bombeará el corazón
con soplo incontingente
estos latidos extraños,
mis articulaciones engranarán
las poleas graznidas
zurrirán inflamados los tendones
de la espalda intermedia,
crepitarán mis manos pequeñas
intentando asir el tiempo
tan naranja, hecho de alambres
de paraguas rotos
los días que no llueva.
Cuando ya no esté
y siga estando de esta manera
tan tibia y seca,
empezaré a decrecer,
menguarán las bárbaras tripas
de mi estómago encogido,
hogar que acogerá
entre colonias los parásitos benévolos
comiéndose mis uñas.
Pero ahora estoy aquí
y me estoy mordiendo las uñas.
AL BORDE
Al fin en
tu borde,
he
llegado.
Devuélveme
esto que me has quitado un rato,
mi soledad
escueta,
los versos
recurrentes lanzados al aire,
mi
desvergüenza
pequeñas
iras,
el tacto
de las pestañas
al cerrar
los párpados.
Quería
atravesar al fin tus cantos cuarteados,
las lindes
de lo saliente,
agujerearte
el estómago
y encajar
mis manos dentro,
tu
estricta soledad,
tu prosa
ampulosa de raciocinio escuálido,
tu inmensa
indolencia,
tu digno
sosiego,
el tacto
de tus ojos
abiertos
en mi lengua.
Habito en
tus confines,
devuélveme
esta parte de ti
que no me
has dado.
AMOR DEL BUENO
... derselben wird zwar das Bedürfnis gegenseitiger Erwärmung nur
unvollkommen befriedigt, dafür aber der Stich der Stacheln nicht empfunden. (Arthur Schopenhauer)
… la necesidad de calentarse mutuamente no se satisface por completo, pero a cambio no se siente el pinchazo de las púas.
(Arthur Schopenhauer,
traducción: Pilar López de Santa María)
… un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.
(Luis Cernuda)
Lo
repetiré las veces que haga falta:
lo que
quiero de ti
es que te
acerques
cuando
quieras
porque quieras,
que
intimemos mañaneros
y te vayas allá lejos
donde las
piernas aún recorran
lo
sagrado,
que
desaparezcas un día
y dos y
tres y cuatro,
y vuelvas
deseante y te pasmes perplejo
al conocer
a esta
que nadie
ha conocido antes
cuando
quieras
porque quieras,
pretendas,
aspires y requieras,
que
vislumbres el centro de mí misma,
que te
acerques cuando quieras,
porque
quieras,
que no
veas lo que hago y lo que siento,
solo la
energía que me emerge a hacer lo que hago
y a verter
lo que siento,
que
retoces
y te
saltes el dilema del erizo
y lo lances por la ventana,
y te desnudes
cuando quieras,
porque
quieras.
Intimemos,
vete lejos
en las
tardes, desaparece el fin de semana
y el
verano entero
entre
calores y mares,
y vuelve
si
queremos aún acaso
que
volvamos,
vuelve.
Solo un
poco más de lo que tengas,
el balance
perfecto
entre el
te eché de menos y haz lo que te emerja
de donde
brotan los sueños
ni un poco
más,
ni menos
de lo que puedas entregar
y recibir
porque
quieras
cuando quieras.
Lo
repetiré las veces que haga falta,
seré firme
en ello,
no me
interesarás absolutamente nada
cuando
sin que quieras
renuncies
a algo del bien de ti mismo.
Comentarios