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“Quiero pasar pisando fuerte por la vida” (poema manifiesto)


A horcajadas, si hace falta,
hollando la tierra,
metiendo un pie tras otro en la nieve
y volver por el sendero resiguiendo los pasos
con los que vine.

Quiero pasar pisando fuerte por la vida
ultrajándolo todo,
quebrantándonos un poco,
profanando las leyes más básicas por las que nos regimos,
abatiendo la injusticia
abrazando de frente al miedo,
insiriéndome en la confusión y la incertidumbre,

e ir a veces caminando,
solo eso,
caminando,
despacio pero fuerte,
por la vida.

Y volver, siempre volver,
sobre mis pasos,
dibujar cenefas
en la nieve, en la arena o en el hielo
con los pies descalzos,
en la arena blanca de una nieve que resbala,
como mis manos dibujan la espuma en el Mediterráneo,

y volver,
retornar a mis pasos
pisando fuerte,
siempre,
en la vida.

Comentarios



LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.