en estatua de piedra
en lo que cae el relente de la noche,
dos dioses de mármol
en pureza nívea,
uno junto al otro,
en la división exacta del peso del agua vertical
que nos atraviesa
mojándonos desde dentro.
soportes de lo vertical
y mojémonos.
y escuchemos el agua correr
y auscultemos el agua correr,
y exhalémonos.
los flujos de lo sagrado.
en el afán de querer ser mármol
cuando llegamos a ser piedra mojada,
convirtámonos de nuevo.
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