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Lo sabrá el alma (poema)

Lo sabrá el alma.

Tengo ahora un pedazo de vigilia entre las manos

 y no sé qué hacer con él.

Roberto Juarroz

Nunca sabremos qué vine escribiendo 

en los esbozos del sueño esa noche de fiebre,

los temblores de la memoria 

son siempre en la madrugada 

senderos hacia la nada. 


Hay instantes en que no hay materia,

en que nada importa más que el hálito del frío

atravesando los prolegómenos del alba, 

en que escribes finalmente el poema 

solo perfecto entre la medianoche y la aurora

y con fe acoges que tu memoria trémula 

sabrá cobijarlo en sus grandes tesoros.


En las primeras luces solo lo abrigó el alma

hecho nada.


De «Habitantes de un paraíso minúsculo» (2022) 


Retrato fotografía Remei - Dani Fotografía ©
© Dani Fotografía 











Comentarios



LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.