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Notas sobre "Born a crime", de Trevor Noah. Cultura(s) sudafricana(s), (des)igualdad de oportunidad y otros mundos


Cuando pones los pies en otro país y en otro continente por primera vez, empiezas todo un proceso de inmersión en su(s) cultura(s) único e irrepetible. Llegas en un momento determinado y en un contexto específico. De hecho, este proceso lo empiezas algo antes cuando empiezas a buscar cuáles son las referencias culturales y las lenguas del lugar, con el fin de acercarte a ese nuevo mundo y empezar a comprenderlo de algún modo, aunque lo hagas a distancia y si tienes la suerte de no haber generado expectativas debilitantes de tu experiencia futura, lo cual es difícil en el mundo globalizado en el que vivimos, donde todos sabemos de todo y nadie tiene idea de nada. Luego toma todo forma cuando aterrizas y pones los pies y todo tu cuerpo en la nueva tierra y pasas a formar parte del conglomerado. 

Una de las primeras obras a las que llegué primero, sin haber pisado aún el "finger" hacia el avión para Johannesburgo, fue Born a Crime: Stories from a South African Childhood ('Nacido como delito: historias de una infancia sudafricana'), de Trevor Noah. Siempre defiendo que la vida y la cultura no hay que leerla, hay que vivirla. Leer es una forma de vivir, pero viviendo se lee mejor y leyendo se aprende a vivir más y mejor.  En cualquier caso, este libro no lo leí, curiosamente, hasta que ya había pasado un tiempo en Sudáfrica. El autor es hoy un reconocido comediante, con cuyos monólogos es imposible no partirse la caja, afincado en los Estados Unidos, donde presenta desde hace cinco años un programa de noticias de sátira, el Daily Show, mestizo (lo que en Sudáfrica se llama "colored" y así sería clasificado de acuerdo con el sistema del apartheid) por ser hijo de mujer negra y hombre blanco, que creció en el sistema del apartheid en Sudáfrica, un país que: "went to war with itself" ('fue a la guerra consigo mismo'). 

Si nació como delito es precisamente porque era "a half-white, half-black child who violated any number of laws, statutes, and regulations — I was born a crime", es decir, 'un niño medioblanco medionegro que violaba cualquier cantidad de leyes, estamentos y regulaciones - Nací (como) delito.' Esta frase, "Born a crime", es al que le da título al libro. 

Teniendo en cuenta que:

"In any society built on institutionalized racism, race-mixing doesn’t merely challenge the system as unjust, it reveals the system as unsustainable and incoherent. Race-mixing proves that races can mix—and in a lot of cases, want to mix. Because a mixed person embodies that rebuke to the logic of the system, race-mixing becomes a crime worse than treason".

Delito de nacer, por decirlo al modo hispánico. Delito por nacer fruto de un amor interracial en un lugar determinado en un tiempo determinado. Cómo nacemos y nos criamos condiciona, que no determina, nuestra vida o, más bien o además, nuestra manera de vivirla. Curiosamente, todo sistema tiene sus propias brechas o sus propias inconsistencias, de modo que: 

"It was illegal to be mixed (to have a black parent and a white parent), but it was not illegal to be colored (to have two parents who were both colored). So my mom moved me around the world as a colored child". 

Me gusta conocer la historia a través de la microhistoria, de las narrativas de vida de los que han vivido esa historia. En el caso particular de Trevor Noah, nació en el 84, con lo que vivió su infancia durante el apartheid y en particular desde su condición de mestizo y no por la mezcla de anteriores generaciones, sino por la de sus padres, lo cual era ilegal. Lo que no era ilegal era ser "colored". Para que nos entendamos y yendo más allá:

"Colored people are a hybrid, a complete mix. Some are light and some are dark. Some have Asian features, some have white features, some have black features. It’s not uncommon for a colored man and a colored woman to have a child that looks nothing like either parent".

(...)

"The curse that colored people carry is having no clearly defined heritage to go back to. If they trace their lineage back far enough, at a certain point it splits into white and native and a tangled web of “other.” Since their native mothers are gone, their strongest affinity has always been with their white fathers, the Afrikaners. Most colored people don’t speak African languages. They speak Afrikaans. Their religion, their institutions, all of the things that shaped their culture came from Afrikaners. The history of colored people in South Africa is, in this respect, worse than the history of black people in South Africa. For all that black people have suffered, they know who they are. Colored people don’t".

No puedo meterme más en el tema de la identidad de los "colored" porque no sé lo suficiente como para explicarlo con claridad. Todo esto, pese a los temas, a veces muy duros, que va tratando, lo hace en clave de humor y te transporta a esos pequeños escenarios del Johannesburgo de hace tres décadas: 

"I was so unique people would give directions using me as a landmark. “The house on Makhalima Street. At the corner you’ll see a light-skinned boy. Take a right there”.

Cuenta Trevor Noah que al empezar en un instituto nuevo en un barrio nuevo, con una imagen muy visual que: 

"Before that day, I had never seen people being together and yet not together, occupying the same space yet choosing not to associate with each other in any way. In an instant I could see, I could feel, how the boundaries were drawn. Groups moved in color patterns across the yard, up the stairs, down the hall. It was insane".

La definición de una persona blanca durante el apartheid, citando directamente del libro de Trevor Noah: 

"The legal definition of a white person under apartheid was “one who in appearance is obviously a white person who is generally not accepted as a coloured person; or is generally accepted as a white person and is not in appearance obviously a white person".

Con lo que: 

(...)"colored people didn’t just get promoted to white. Sometimes colored people became Indian. Sometimes Indian people became colored. Sometimes blacks were promoted to colored, and sometimes coloreds were demoted to black. And of course whites could be demoted to colored as well. That was key. Those mixed bloodlines were always lurking, waiting to peek out, and fear of losing their status kept white people in line. If two white parents had a child and the government decided that child was too dark, even if both parents produced documentation proving they were white, the child could be classified as colored, and the family had to make a decision. Do they give up their white status to go and live as colored people in a colored area? Or would they split up, the mother taking the colored child to live in the ghetto while the father stayed white to make a living to support them?"

Duro. Poco que añadir, salvo una disculpa anticipada por lo largo de las citas. En el caso particular de Trevor Noah, que luego desarrolló su carrera como comediante, hizo falta que la falta de pertenencia a un grupo en particular lo condujera a la habilidad camaleónica de moverse entre grupos o se la despertara (esto ya es un rasgo individual, lo que él hizo con ello):

"Since I belonged to no group I learned to move seamlessly between groups. I floated. I was a chameleon, still, a cultural chameleon. I learned how to blend".

"For me it was humor. I learned that even though I didn’t belong to one group, I could be a part of any group that was laughing".

Camaleónico, pero ¿cómo? "The quickest way to bridge the race gap was through language". Decía Mandela que "Si le hablas a un hombre en una lengua que entiende, va a su cabeza. Si le hablas en su lengua, va a su corazón". Comenta esta cita Noah, también, que comparto sin duda: "When you make the effort to speak someone else’s language, even if it’s just basic phrases here and there, you are saying to them, “I understand that you have a culture and identity that exists beyond me. I see you as a human being.” y la traduzco-parafraseo por si acaso ('Cuando haces un esfuerzo para hablar la lengua de otro, incluso si sonsolo frases o sintagmas básicos, les estás diciendo, 'entiendo que tienes una cultura y una identidad que existe más allá de mí. Te veo como un ser humano'. 

A veces lo olvidan(¿amos?). La diversidad lingüística es un gran tesoro y puede ser una de las peores armas. 

Volviendo a lo más general, este libro es, por cierto, una autobiografía. No tengo tan claro si es una comedia, pese a que haya momentos en los que te haga reír. De hecho, en la parte del final puede removerse algo muy íntimo por dentro, al menos así me sucedió a mí sin esperarlo. Dicharachera a ratos, no falta al rigor a la contextualización de la vida sudafricana de hace un par o tres de décadas. Cada capítulo se abre con una explicación sobre algún aspecto del contexto sociocultural-histórico del momento y en torno al apartheid y de la situación que se vivía entonces: las varias culturas, los zulu, los xhosa; la importancia de la religión, género, costumbres, las lenguas (11 lenguas son oficiales en Sudáfrica hoy en día y cuando el presidente se dirige a la nación saluda al principio en varias de ellas, a ver si puedo decirlas de memoria del tirón sin tener que abrir el buscador: zulu, xhosa, sesotho, setsuana, tsonga, swazi, tswana, afikaans, ¿cuál me estoy dejando?). 

Nos habla a través de sus páginas de la autodeterminación, de la vivencia concreta de esos momentos, del abuso, del concepto de víctima, de qué significa(ba) e implica(ba) ser "colored", de la religión y la religiosidad. Nos habla de muchos aspectos relacionados con la sociedad sudafricana, desde su vivencia concreta, de ahí el subtítulo de la obra: "historias de una infancia sudafricana". Cuán necesario es alzar la voz, compartir la narrativa propia, compartir los mundos propios, que son de cada uno pero son en cierto modo parte de un colectivo y también de todos. 

"When I look back I realize she [his mother] raised me like a white kid—not white culturally, but in the sense of believing that the world was my oyster, that I should speak up for myself, that my ideas and thoughts and decisions mattered. We tell people to follow their dreams, but you can only dream of what you can imagine, and, depending on where you come from, your imagination can be quite limited. Growing up in Soweto, our dream was to put another room on our house. Maybe have a driveway. Maybe, someday, a cast-iron gate at the end of the driveway. Because that is all we knew. But the highest rung of what’s possible is far beyond the world you can see. My mother showed me what was possible".

Más adelante, comenta: 

"So many black people had internalized the logic of apartheid and made it their own. Why teach a black child white things? Neighbors and relatives used to pester my mom. “Why do all this? Why show him the world when he’s never going to leave the ghetto?” “Because,” she would say, “even if he never leaves the ghetto, he will know that the ghetto is not the world. If that is all I accomplish, I’ve done enough.”

Nos habla, hecho que podemos relacionar con esto, de algo tan interesante como la "black tax", que ¿qué es?

"So many black families spend all of their time trying to fix the problems of the past. That is the curse of being black and poor, and it is a curse that follows you from generation to generation. My mother calls it “the black tax.” Because the generations who came before you have been pillaged, rather than being free to use your skills and education to move forward, you lose everything just trying to bring everyone behind you back up to zero.

Este no es un concepto de Trevor Noah ni de su familia, es un concepto generalizado aquí del que se habla y se sigue escribiendo hoy día. Muy recientemente he leído en un magazine divulgativo de la universidad en la que trabajo un artículo sobre la "black tax", que todavía opera y sigue saliendo en conversaciones. Uno puede en el mundo sentirse privilegiado y afortunado por lo que tiene y también a la vez enfadado y desilusionado por todo lo que no tiene solo por haber crecido donde ha crecido (esto es algo que nos pasa en mayor o menor grado a los millennials). Ni partimos todos de las mismas posibilidades ni goza todo el mundo de las mismas oportunidades. Evidentemente, personas, organizaciones e instituciones (no olvidemos que están formadas por personas) luchan por poner al mismo nivel estas posibilidades para todos, pero el mundo es desigual y en él ocurren  muchas injusticias. No muchas, muchísimas, millones de injusticias. La versión bonita es que, aparte de desigual, el mundo  es también diverso, el ser humano es uno pero con la gracia de ser grandemente plural. La parte positiva es que he dicho concientemente que "ocurren en él muchas injustificias" y no que "es injusto", porque el mundo no es injusto "per se". Por poner un ejemplo de cuán distintas oportunidades hay y orientándolo a mi experiencia concreta, — porque no tengo más acceso al mundo que a través de mí misma, ¡más quisiera! , yo nací en un lugar donde generé o se me despertó conciencia de género (conciencia de ser mujer, entre muchísimas otras cosas relacionadas con el género), pero no se me generó, en cambio, conciencia de raza (y digo raza porque estoy en Sudáfrica y traduzco o translitero directamente de "race", a sabiendas de que raza en los humanos solo hay una: la humana). Claro que yo tenía conciencia de discriminaciones por color y por estrato sociocultural y he vivido experiencias relacionadas con ello, pero no ha formado parte de mi vida cotidiana. El darse cuenta de forma evidente y diáfana no había ocurrido en sentido estricto antes, ocurre aquí cuando descubro (o descubro un poco más) que soy blanca, que soy no solo una mujer, sino una mujer blanca, extranjera y europea. Lo lindo es que soy extranjera y el extranjero se atreve, con respeto, admiración y empatía, a preguntar y seguir preguntando.

Evidentemente, pregunto mucho, pero pregunto lo que quiero y lo que me interesa. ¿Qué pasa ahora en la educación sudafricana y qué pasó antes? ¿Cómo se enseña la etapa histórica del "apartheid" en la educación primaria y secundaria? ¿Cómo se enseña en los institutos privados? ¿Y en los públicos? No lo pregunto así, a no ser que tenga la confianza, pero la pregunta lo resume bien. La brecha educacional entre público-privado, que es reflejo de la historia sudafricana y de la diversidad existente y la gigante desigualdad, es enorme. 

"For generations, while his people were preparing to go to university, my people were crowded into thatched huts singing, “Two times two is four. Three times two is six. La la la la la.” My family had been denied the things his family had taken for granted".

No todo es tan sencillo ni la realidad es tan simple. El tema exigiría horas y horas de conversaciones y de teclear. Utiliza en su libro Trevor Noah la metáfora de la frase de la caña de pescar, aquel proverbio chino de: 

“Dale un pez a un hombre y comerá hoy, dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”.

Y sí, bueno, en fin. No se trata de dar la caña. La realidad desigual del mundo va bastante más allá de proveer la caña y no solo el pescado. Pudimos pensar eso, pero no, el círculo de la pobreza y de la desigualdad es tan perverso y tiene involucradas tales dinámicas de poder que ni de lejos consiste en dar una caña de pescar. Dice Noah: 

"People love to say, “Give a man a fish, and he’ll eat for a day. Teach a man to fish, and he’ll eat for a lifetime.” What they don’t say is, “And it would be nice if you gave him a fishing rod.” That’s the part of the analogy that’s missing".

"I realized you need someone from the privileged world to come to you and say, “Okay, here’s what you need, and here’s how it works.” Talent alone would have gotten me nowhere (...). I still have to work to profit by it. But I don’t stand a chance without it".

No quiero ir mucho más allá de esto. En cualquier caso, la biografía de Trevor Noah me ha evitado tener que preguntar muchas cosas y comprender un poco más el legado actual de este lugar, desde la clave del humor y desde sus vivencias concretas, pues en cada uno de los capítulos va explicando todas esas anécdotas de su infancia. Es una biografía bien estructurada, que va más allá de lo anecdótico y que consigue moverse desde el terreno del humor hasta el terreno de lo duro. Una excelente manera de entrar en la(s) cultura(s) sudafricana(s) a través de un libro. Sudáfrica encara hoy cuestiones bastante complejas a nivel social, distintas de las que vivió en su día, aunque relacionadas, pero no hay presente que se entienda sin acceder al pasado. Tampoco, en mi opinión, que a fin de cuentas es una opción, hay presente de un lugar que se entienda sin empezar a comprender el mundo de forma global (reconozco que ni siquiera yo entiendo esta última frase).


Comentarios



LA VERDAD QUE NO VEMOS

No, no quiero los sueños. Es la vida,
la realidad la que nos llama. Escucha.
Leopoldo de Luis

Deja que te lo explique, no en palabras
— que con palabras no se entiende a nadie —
sino a mi modo oscuro, que es el claro.
Mirta Aguirre

 

Está aquí, déjame que te lo muestre,
en este pequeño espacio de aire,
esta dimensión, toda esta anchura
de trazas, de briznas
aciculares, está en esta brisa ingenua
que tanteo con los dedos,
que trato de asir para hacer mía,
es de sí misma,
                              está aquí.


Está en este soplo hecho de desgarros,
está en el lápiz que me cae de las manos
si abro la palma,
está en esta corriente alterna,
está en genios y mediocres,
en las nubes de las partículas,
en las ínfulas extrañas
y en el pliegue de las alas de un cóndor negro,
en la precipitación de un vidrio
que no nos hiere apenas
y en los resquicios invisibles
de nuestras cicatrices más finas,
está en el cieno de los ríos
que arrastras a las cimas,
en la cima lozana
que hallas en la mirada,
las miradas tiernas
que no adviertes,
y las que adviertes,
                                está aquí,
no puede estar en ningún otro lado.


La recogemos,
este soplo que resollamos
está hecho de ella.
Este vasto espacio que media
entre tú y yo,
los lugares entre nosotros
que no habitamos
y que alcanzamos al vuelo
con esfuerzo
y devoción de céfiro,
la verdad es que es esto,
está aquí.